miércoles, 23 de mayo de 2012

Los mitos de los chalecos salvavidas inflables




Los mitos de los chalecos salvavidas inflables


Los Chalecos salvavidas inflables han estado dando vueltas en el mercado hace más de 25 años. Pero dentro de este período de tiempo, todavía hay un buen número de ideas erróneas acerca de cómo estos dispositivos de trabajo pueden salvar algunas vidas.


Mito 1: Los chalecos salvavidas inflables son demasiado caros.
Los precios de los chalecos salvavidas inflables LALIZAS están entre los 100 a 200 dólares ($ 50.000 a $ 100.000 pesos Chilenos) A veces, estos precios se consideran caros, pero usted debe tomar en seria consideración que cuando realmente ocurre un imprevisto o accidente, un chaleco salvavidas barato no le va a proporcionar la máxima seguridad en el agua como un chaleco salvavidas inflable de buena calidad. Imagínese, si usted es golpeado por una botavara o el brazo de una grúa y cae inconsciente al agua, un Chaleco inflable automático de LALIZAS lo va a volcar automáticamente y mantener sus vías respiratorias fuera del agua en menos de 5 segundos, y además mantendrá las vías respiratorias a por lo menos 10 a 12 centímetros del agua. Cosa que no hará ningún chaleco más barato.



Mito 2: Una talla para todos.


La mayoría de los chalecos salvavidas inflables están diseñados en una talla de adultos “Universal”, pero esto no significa que no pueden ser ajustables para cada tamaño. Todos los chalecos salvavidas inflables tienen correas ajustables RCA que proporcionan un buen ajuste para casi cualquier tamaño de adulto. Para los niños también hay chalecos salvavidas inflables que están diseñados especialmente para ellos.

Mito 3: Los chalecos salvavidas inflables no necesitan mantenimiento.
¡Falso! Casi todos los equipos de una embarcación deben mantenerse en condiciones de almacenamiento respectivos a sus indicaciones, esto con el fin de funcionar correctamente y mantener su longevidad. Lo mismo ocurre para cada chaleco salvavidas inflable.
Antes de salir a la mar con su embarcación, asegúrese de que tenga los chalecos salvavidas inflables correctamente embalados y que no tengan defectos a la vista, además de revisar los seguros verdes de las botellas de CO2. A continuación, asegúrese de que no hay agujeros en el chaleco salvavidas. La mejor manera de comprobar (una vez al año) es inflándolo con la boca a través del tubo oral, esperar toda la noche e inspeccionar el desgaste y comprobar que no existen fugas de aire. Si todavía está hinchado, entonces estará listo para usarse.

Mito 4: Los chalecos salvavidas inflables se sienten incómodos.
¡Falso! Por el contrario. Los chalecos salvavidas inflables se sienten cómodos y pueden ser fácilmente adaptables a casi todo tipo de cuerpo. Al no ser voluminosos permiten que el cuerpo se mueva libremente. Por último, pero no menos importante, pueden ser fácilmente almacenados en el barco, sin perder espacio para la estiva de otros artículos.





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